Sor Cristina, reelegida priora del convento de las monjas jerónimas

Las integrantes de la congregación, junto a representantes de la Corporación. El alcalde de Almodóvar del Campo, Vicente de Gregorio, compartió este jueves 26 de junio unos momentos con las monjas de clausura que integran la congregación jerónima asentada en la localidad y felicitó a Sor Cristina por haber sido reelegida para otros tres años como priora del convento, tras la decisión que esta misma semana adoptaban sus compañeras en presencia del obispo de Ciudad Real, Antonio Algora.

La felicitación se producía coincidiendo con la donación que cada tres meses efectúa el Ayuntamiento almodovareño y que fue llevada en mano por De Gregorio, en compañía de la primera teniente de alcalde, Almudena Correal, quienes recibieron el cariño y agasajo de sus diez integrantes, que proceden de distintos puntos de España y de India.

Para el primer edil, independientemente de cuestiones de apoyo económico, no tiene menos valor “la ayuda moral que se le puede dar a estas personas, con esa vida tan recatada y tan sacrificada que llevan y desde que llegamos al Ayuntamiento queremos tener unas relaciones muy cordiales con este colectivo de religiosas”, algo que se produce periódicamente.

El alcalde charla con algunas de las monjas, entre ellas Sor Cristina (en el centro). Por su parte, Sor Cristina reconoce que “el pueblo de Almodóvar nos quiere mucho, nos ayuda mucho y entre limosnas y otras cosas siempre nos dan bastante”, algo a lo que también se suman las aportaciones  del Ayuntamiento o de la Diputación Provincial, porque como dice esta puertollanera, “hay mucho por hacer aquí”.

Las monjas jerónimas de Almodóvar del Campo son particularmente conocidas por la confección de exquisitos dulces, elaborados artesanalmente y sin aditivos superfluos que se distribuyen por numerosos puntos de venta, siendo también posible su adquisición en el propio convento, sito en la céntrica calle Corredera.

Sobre tan dulce labor, Sor Cristina apunta que “llevamos varios años haciéndolos; pero tanta popularidad como tenemos ahora, no teníamos y los hacíamos digamos que para la casa. Ahora se llevan a tiendas y la gente nos conoce por los dulces”.