Comienzan los trabajos que devolverán a las fachadas del Ayuntamiento su tonalidad original

Los trabajos se desarrollan actualmente en la fachada norteEl edificio consistorial de Almodóvar del Campo está siendo sometido ya a una serie de obras de mejora y arreglo de sus fachadas principal y lateral, al objeto de devolverles el aspecto que las caracterizó durante decenas de años desde que fuera inaugurado en 1928.

La pasada semana se iniciaban estos trabajos en su flanco norte, con la picadura de la superficie original que, con el paso de los años, había ido perdiendo su tonalidad histórica mostrando ya un oscurecimiento que era muy pronunciado en algunas zonas.

Según ha explicado el concejal de Obras, Francisco Bermejo, esta actuación posibilitará la limpieza de la superficie para, posteriormente, proceder a su embastecimiento y darle el tono claro que lucieron ambas fachadas consistoriales durante décadas.

Asimismo, estos trabajos devolverán a su máximo esplendor los elementos de mampostería y alcorques de la cornisa que hacen especialmente bella la fallada del edificio.

Los trabajos, que cuentan con un presupuesto de 40.000 euros, están siendo ejecutados por una empresa especializada en tratamiento de fachadas monumentales y, según las previsiones, deberán quedar rematados en un plazo aproximado de dos meses.

Estos trabajos se suman a otros realizados con anterioridad y que han supuesto la puesta en macha, después de varios años inactivo, del reloj ubicado en la parte más alta de la fachada y el rescate del genuino despacho de Alcaldía, donde ya desempeña su labor con normalidad el actual primer edil.

80 años

El pasado 25 de abril se cumplieron 80 años del acto de inauguración del actual Ayuntamiento de Almodóvar del Campo. Su construcción se inició en 1926 y fue adjudicada al constructor alcoyano José Barberá Vicent, por 118.000,64 pesetas.

El ingeniero-director fue Santiago Vallhonrat Gómez, que dio un estilo neoclásico a su fachada, mientas que en el interior quiso recordar la casa decimonónica, donde todas las dependencias se organizan en torno a un patio central.

En él colaboraron también el herrero-hojalatero Tomás Redondo, el decorador Manuel Santos, el pintor Alfredo Palmero y otros artesanos del lugar. Su coste total ascendió a unas 200.000 pesetas.

Durante los actos de inauguración del Ayuntamiento, a la entrada de la población, esperando la llegada de las autoridades, se alzó un arco simulando almenas medievales, dirigido por Alfredo Palmero. También participaron hermandades y cofradías, enfermeras de Cruz Roja, un grupo de cornetas y tambores y la Banda Municipal, dirigida por José Villajos Santos, así como numerosísimo público.